jueves, 17 de junio de 2010

"MI PRIMAVERA ES MI INTERIOR"


!!Mas que una estación del año, la Primavera debe asociarse con un estado de ánimo . . . con una filosofía de vida que debemos implantar y trabajar para ser felices !!

Primavera es saber reiniciar un proyecto después de fracasar.
Primavera es tener frescura de mente y pureza de corazón.
Primavera es colorido, es alegría, es compartir un amor sincero.
Primavera es ver nuestra sonrisa reflejada en el rostro de otro.
Primavera es montarse en grandes ideales y volar bien alto.
Primavera es que te den una mala noticia y no hundirte.
Primavera es levantarte después de haber caído y seguir superándote.
Primavera es que aunque llores a mares por una injusticia, después sonrías con fe en la vida.

No debemos pensar que la Primavera es algo transitorio y pasajero sino que debemos buscarla todos los días bien a dentro de nosotros, porque solo ahí la encontraremos.
El entorno que nos rodea a veces puede resultar frío y agresivo, puede lastimarnos en la superficie y causarnos profundo dolor, pero nunca debe ser capaz de atravesar esa capa de luz protectora que evita que alguien dañe a nuestros valores y a nuestro corazón .
Nuestro jardín interior debe vivir en una eterna Primavera !!
Preocupémonos de regar y abonar nuestra parcela para que siempre haya muchas flores en ese jardín

y cada tanto abramos las puertas de par en par para recibir visitas de amigos y familiares con quienes poder compartir nuestros tesoros mas profundos.
Hoy meto la mano dentro de mi corazón y saco este jardín para ofrecer-lo como una muestra de mi afecto y de amistad.
Escrito por: Trini. P. G.

martes, 15 de junio de 2010

"LA VENDEDORA DE CERILLAS"

Había una vez una niña que no tenía madre ni padre y que vivía en la espesura del bosque. Había una aldea en el lindero del bosque y ella había averiguado que allí podía comprar cerillas a medio penique y después venderlas por un penique.
Si vendía suficientes cerillas, podría comprarse un mendrugo de pan, regresar a su cobertizo del bosque y dormir vestida con toda la ropa que tenía.
Vino el invierno y hacía mucho frío, la niña no tenía zapatos y su abrigo era tan fino que parecía transparente. Sus pies ya habían rebasado el color azul y se habían vuelto de color blanco, lo mismo que los dedos de las manos y la punta de la nariz.
La niña vagaba por las calles y preguntaba a los desconocidos si por favor le querían comprar cerillas, pero nadie se detenía ni le prestaba atención.
Por consiguiente, una noche se sentó diciendo: Tengo cerillas, puedo encender fuego y calentarme. Pero no tenía leña, aún así, decidió encender las cerillas.
Mientras permanecía allí sentada con las piernas estiradas, encendió la primera cerilla,,al hacerlo, tuvo la sensación de que la nieve y el frío desaparecían por completo. En lugar de los remolinos de nieve, la niña vio una preciosa estancia con una gran estufa verde de cerámica y una puerta de hierro adornada. La estufa irradiaba tanto calor que el aire parecía ondularse. La niña se acurrucó junto a la estufa y se sintió de maravilla.
Pero de repente, la estufa se apagó y la niña se encontró de nuevo sentada en medio de la nieve. Temblaba tanto que los huesos de la cara le crujían. Entonces encendió la segunda cerilla y la luz se derramó sobre el muro del edificio junto al cual estaba sentada, y ella lo pudo atravesar con la mirada. En la habitación del otro lado de la pared había una mesa cubierta con un mantel más blanco que la nieve y sobre la mesa había platos de porcelana de purísimo color blanco y en una fuente había un pato recién guisado, pero justo cuando ella estaba alargando la mano hacía aquellos manjares, la visión se esfumó.
La niña se encontró de nuevo en la nieve, pero ahora las rodillas y los labios ya no le dolían, ahora el frío le escocía y se estaba abriendo camino por sus brazos y su tronco, por lo que ella decidió encender la tercera cerilla. A la luz de la tercera cerilla vio un precioso árbol de navidad, bellamente adornado con velas blancas, cintas de encaje y hermosos objetos de cristal y miles y miles de puntitos de luz que ella no podía distinguir con claridad.
Y entonces contempló el tronco de aquel gigantesco árbol que subía cada vez más alto y se extendía hacía el techo hasta que se convirtió en las estrellas del firmamento sobre su cabeza, y de pronto, una fulgurante estrella cruzó el cielo y ella recordó que su madre le había dicho que, cuando moría un alma, caía una estrella.
Como llovida del cielo se le apareció su amable y cariñosa abuela y ella se llenó de alegría al verla.
La abuela tomó su delantal y la rodeó con el, la estrechó con fuerza contra si y ella se puso muy contenta. Pero poco después la abuela empezó a esfumarse, y la niña fue encendiendo una cerilla tras otra para conservar a su abuela a su lado, una cerilla y otra y otra para no perder a su abuela hasta que, al final, la niña y su abuela ascendieron juntas al cielo, donde no hacía frío y no se pasaba hambre ni se sufría dolor, y a la mañana siguiente, encontraron a la niña muerta, inmóvil entre las casas.............FIN

Contando esta historia he recordado lo que mi propia madre me dijo en mi sueño, del dolor, penas y tantas y tantas cosas de las que el alma se libera cuando dejamos el vehículo (cuerpo) que transporta nuestra alma, ojalá que seamos capaces de conseguir todo eso sin tener que abandonar el vehículo para ello, si no que seamos capaces de vivir de igual modo con el que tenemos y donde estamos, que cuerpo y alma sean eternamente dichosos por siempre jamás.
Escrito por: TRINI.P.G.

domingo, 13 de junio de 2010

!!! SACÚDETE !!!


El cuento que voy a contar es muy viejo y seguro que todos lo conocen pero, aunque todos lo conozcamos, no todos, nos paramos a analizar, el mensaje que de el nos llega "espero que os guste"
Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo, el animal lloró y lloró fuertemente por horas, mientras el campesino trataba de sacarlo sin éxito.
Finalmente el campesino decidió que el burro ya estaba viejo, el pozo estaba seco, y necesitaba ser tapado de todas formas y que realmente no valía la pena sacar al burro.
Así que el campesino, invitó a todos sus vecinos, para que vinieran a ayudarle a tapar el pozo, todos tomaron una pala y empezaron a tirar tierra al pozo.
El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró desconsoladamente, luego, para sorpresa de todos, se tranquilizó.
Después de unas cuantas paladas de tierra, el campesino finalmente finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio...Con cada palada de tierra el burro estaba haciendo algo increíble... Se sacudía la tierra y daba un paso hacía arriba...Mientras los vecinos seguían echando tierra encima del animal, el se sacudía y daba un paso hacia arriba.
Pronto todo el mundo vio sorprendido como el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando...La vida va a tirarte tierra, todo tipo de tierra...El truco para salirse del pozo es sacudirse y dar un paso hacia arriba...Cada uno de nuestros problemas, es un escalón hacia arriba.
Recordar las seis reglas para ser feliz:
1ª Liberar el corazón del odio.
2ª Liberar la mente de preocupaciones.
3ª Vivir sencillamente.
4ª Dar más.
5ª Esperar menos.
6ª Tener esperanza.
Disfruta la vida... Sacúdete... No lo olvides... Sacúdete y se feliz.
Escrito por: Trini. P. G.